Dave
Mustaine, el líder de Megadeth , una de las bandas ícono del metal, no
solo es conocido por su destreza en la guitarra, sino por su salida de
otro de los más grandes del heavy, Metallica. Su expulsión se debió a su
problema con el alcohol, lo cual derivaba constantemente en peleas con
James Hetfield, vocalista de los 4 jinetes del Apocalypsis.
Mustaine ya se había arrepentido antes de su comportamiento, cuando
en el documental “Some kind of monster” (de Metallica) le dijo a Lars
Ulrich, entre lágrimas, que le hubiese gustado que le dan una segunda
oportunidad en vez de simplemente echarlo de la banda.
Pero esta vez el líder de Megadeth fue más allá y confesó que la
razón primordial de su cambio de actitud fue que se convirtió al
cristianismo.
“Una vez que cambié mi estilo de vida, pensé “si alguien
necesitaba convertirse en cristiano era yo, porque era muy malo”.
Realmente estoy disfrutando el descubrirme a mí mismo. No sé qué es lo
que me depara el futuro, pero es inmensa la diferencia con lo que era”, reconoció Mustaine, en declaraciones al portal Wenn, citadas por La Tercera de Chile.
El vocalista y guitarrista también se mostró arrepentido por las
constantes discusiones que tuvo con su ex esposa. “La amo y somos
amigos, pero la única cosa en el mundo entero que más me molesta, es que
me costó mucho dejar de pelear con ella”, concluyó el reconocido
músico, que en el 2008 pisó Lima y, junto a su banda, ofreció un
inolvidable concierto.
Megadeth no es cualquier banda. Se trata de uno de los pilares del
metal e ícono del thrash y que durante décadas ha reventando escenarios y
presentado algunos de los mejores discos del género. Aunque siempre
mantuvieron un perfil un tanto alejado del mainstream, han logrado
conquistar a los críticos y fans de todo el mundo con una carrera
compleja, con altibajos pero en el fondo muy sólida y contundente. No
debemos olvidar que han vendido más de 25 millones de álbumes alrededor
del mundo y que de los “Big Four” son la segunda banda que mayor suceso
comercial ha tenido. Y sin cortarse el pelo.
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